En el mundo laboral, hay un elemento que, aunque parece sencillo, puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso de una empresa: el feedback. Y es que esta retroalimentación no es solo un intercambio de información, sino una herramienta fundamental para construir equipos fuertes y motivados, tal como destaca Jenny Pizarro Ruz, Master en Psicología del Trabajo, las Organizaciones y los Recursos Humanos.
Jenny Pizarro Ruz
“El feedback eficaz no solo permite que las personas sepan cómo están haciendo su trabajo, sino que también refuerza la cultura organizacional, creando un ambiente donde todos quieren estar,» afirma Pizarro. Para ella, la clave está en que este proceso de comunicación debe ser constante, abierto y constructivo, impulsando una cultura de confianza y mejora continua.
¿Qué es el feedback y por qué es tan importante?
El feedback, en palabras de la experta, «es la retroalimentación que permite a las personas conocer tanto sus fortalezas como las áreas en las que pueden mejorar». Pero no se trata de cualquier tipo de feedback: el positivo y constructivo es el que genera cambios reales y duraderos, mientras que el negativo, derivado de liderazgos autocráticos, puede tener un impacto destructivo en el equipo y en el ambiente laboral.
Este proceso, según Pizarro, es fundamental en todas las organizaciones que buscan evolucionar y adaptarse a los cambios. Sin una comunicación abierta y honesta, es fácil que se generen malentendidos, desmotivación e incluso conflictos internos que afectan la productividad.
Comunicación abierta: el motor del cambio
Si una empresa busca mejorar, necesita estar atenta a los signos de alerta que indican que algo no está bien:” Deterioro del clima laboral, ausentismo, malas relaciones entre los trabajadores y sus jefaturas son señales claras de que es hora de mejorar la comunicación interna», explica Pizarro.
Implementar una cultura de comunicación abierta no es algo que suceda de la noche a la mañana. Requiere diagnosticar el estado actual de la organización, conocer las diferencias generacionales en la manera de comunicarse, y sensibilizar a los equipos para que el cambio sea bien recibido.
«El proceso debe ser paulatino, pero firme, subraya Pizarro. «Si no preparamos a las personas, es probable que el cambio sea rechazado. Por eso, la comunicación debe ser clara y cercana, de preferencia cara a cara, ya que esta permite captar no solo lo que se dice, sino también lo que se transmite a través del lenguaje corporal.
El costo del cambio
Claro, todo proceso de cambio tiene sus costos, tanto en tiempo como en dinero. Sin embargo, Pizarro asegura que es una inversión necesaria para que una empresa prospere. «Es fundamental que la organización esté dispuesta a asumir estos costos si realmente quiere avanzar. El trabajo colaborativo y el compromiso son esenciales para que todo salga adelante.»
En definitiva, el feedback efectivo y una comunicación abierta al cambio son los pilares de una cultura organizacional exitosa. Empresas que los implementen no solo verán una mejora en su clima laboral, sino también en su rendimiento y en el compromiso de sus trabajadores. Porque, al final del día, un equipo que se comunica bien es un equipo que gana.