Ingeniería de Ejecución en Administración de Empresa mención Administración Pública
Carolina Campillay Yáñez, oriunda de Antofagasta, es un claro ejemplo de dedicación, esfuerzo y crecimiento profesional en el ámbito de la administración pública. Actualmente, se desempeña como Jefa de la Sucursal Plaza Norte del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), cargo que ha alcanzado gracias a su sólida formación académica y su experiencia de más de 20 años en el sector público.
Casada y madre de dos hijos, Karla y Patricio Vega, Carolina ha logrado equilibrar su vida personal y profesional con éxito, demostrando que la determinación y el apoyo familiar son fundamentales para alcanzar grandes metas. Entre sus pasatiempos, disfruta de ver televisión, escuchar música y leer, actividades que le permiten relajarse y encontrar un balance en su agitada agenda.
“Me encanta sumergirme en las historias de los libros, cada página es una nueva aventura que me transporta a otros mundos. Disfruto maratonear series, dejando que las tramas me atrapen y me hagan reflexionar. También viajar es una de mis grandes pasiones; siempre busco nuevas experiencias, culturas y paisajes que me inspiren. Y no puedo olvidar la música, que me acompaña en cada momento, creando bandas sonoras para mis recuerdos. Me considero una persona curiosa y abierta, siempre lista para descubrir lo nuevo y disfrutar de cada pequeño instante de la vida”.
Tan apasionada como por sus hobbies, Carolina lo es de su formación profesional, así estudió la carrera de Ingeniería de Ejecución en Administración de Empresa mención Administración Pública en el Centro Docente y de Vinculación (CDV) de la Universidad Arturo Prat (UNAP) en Antofagasta, siendo ésta un pilar fundamental para su desarrollo. Ingresó de esta manera al programa en el 2013 en el Centro Docente y de Vinculación (CDV) de Antofagasta, motivada por su interés en el área pública y convencida de que la carrera le brindaría las herramientas necesarias para seguir creciendo en su labor dentro de la administración pública.
“La UNAP tiene hasta hoy un prestigio que ha perdurado en el tiempo, gracias a sus docentes y estudiantes. En lo personal, me ayudó a postular a un mejor puesto de trabajo, el que hoy en día desempeño con orgullo”, expresa Carolina, quien destaca el valioso aporte de la Universidad en su vida. La experiencia universitaria fue enriquecedora, tanto a nivel académico como personal. “Estudiar en la UNAP fue una etapa importante en mi vida que atesoro con mucho orgullo. Tengo recuerdos hermosos de profesores siempre dispuestos a entregar un consejo o una palabra de aliento. Ellos celebraban nuestros logros, y tuve la fortuna de contar con compañeros que se convirtieron en amigos para toda la vida”, comenta con nostalgia.
No obstante, Carolina también subraya que el estudio no siempre es fácil y requiere una gran dosis de esfuerzo, dedicación, planificación y perseverancia. «Es importante que las personas escojan lo que realmente les apasiona. Estudiar requiere sacrificios, pero los frutos llegan, y no hay mayor satisfacción que cumplir con los propios objetivos y descubrir que somos capaces de mucho más».
Actualmente, desde su puesto en Fonasa, Carolina se siente plena y satisfecha con su trabajo. La UNAP le entregó las herramientas necesarias para desempeñar sus funciones con profesionalismo y dedicación, contribuyendo al cumplimiento de la misión de Fonasa que consiste en financiar y entregar las prestaciones de salud que requieren sus beneficiarios. «Realizo mi trabajo aplicando todo lo que aprendí en la UNAP, siempre con el objetivo de contribuir a que Fonasa siga desempeñando su importante labor», agrega.
Sobre sus aspiraciones , Carolina manifiesta que, aunque está satisfecha con su actual posición, no descarta postular a nuevos desafíos dentro de Fonasa en el futuro, lo que evidencia su constante deseo de seguir creciendo profesionalmente y aportando al sistema de salud pública.
Al concluir, Carolina no olvida sus raíces en la Universidad Arturo Prat y envió un afectuoso mensaje a la comunidad unapina: “Sigan formando excelentes profesionales como lo han hecho hasta ahora. La educación que recibimos en la UNAP es invaluable, y los frutos de ese esfuerzo se reflejan en cada una de nuestras trayectorias profesionales”.
Carolina Campillay es un ejemplo de cómo la educación, el esfuerzo personal y la pasión por lo que se hace pueden transformar una vida y, a la vez, impactar positivamente en una institución clave para el bienestar de la sociedad como lo es Fonasa.