- Juan Ávila Barbera, Ingeniero Civil Industrial Mención Gestión
Desempeñándose en la actualidad al interior de la compañía minera Sierra Gorda SCM, Conexus tuvo la oportunidad de compartir con el Ingeniero Civil Industrial Mención Gestión, Juan Ávila Barbera; quien habló sobre sus principales logros en el rubro y los diversos desafíos que ha debido enfrentar, tanto en su trabajo como en el hecho de mantener el balance entre los estudios y su familia.
“Actualmente”, comenzó, “me desempeño como Jefe General de Aseguramiento de Calidad y Laboratorios en minera Sierra Gorda SCM; y, dentro de mis responsabilidades, está la operación de preparación y despacho de Producto final [Cu y Mo]; la planificación de transporte terrestre a los distintos destinos, más las ventas y embarques en conjunto con nuestra área de marketing; y soporte en tema marítimo portuario, entre otras actividades”, enumeró.
Con respecto a sus logros laborales, el ex unapino destacó principalmente dos hitos relevantes. “En primer lugar, el desarrollo de la operación rotainer, la cual nos permitió adecuar nuestra operación a un nuevo sistema de transporte y embarque, mediante el uso de contenedores volteables, pudiendo llegar a otros puertos con este medio. El segundo hito importante, fue la ampliación del área de Despacho de Producto Final, lo que nos permitió aumentar nuestra capacidad de despacho de Cu en un 40%, asegurando el cumplimiento de ventas, de acuerdo al alza en la producción del mineral”.
Sin embargo, también existe la otra cara de la moneda. “Hace algunos años, la baja en el precio del cobre, más las complicaciones operacionales de una minera nueva como es Sierra Gorda, generaron una salida importante de personas. Fueron tiempos complejos, que produjeron mucha incertidumbre. Ante eso, debía mantener la concentración y la cabeza fría para seguir trabajado de forma profesional. Esta época complicada, generó la salida de todo mi equipo de trabajo, incluyendo a mi jefe directo, por lo que tuve que asumir nuevos desafíos y lograr adaptarme a otra área; la cual, quien la lideraba, no tenía conocimientos claros sobre mis funciones y capacidades. Finalmente, logré adaptarme a los cambios y conseguir la confianza de mi nuevo jefe y del equipo de trabajo”, afirmó.
“Principalmente”, siguió, “el cambio lo he notado en los objetivos profesionales que me he impuesto. Después del paso por la Universidad, se abrió la posibilidad de un crecimiento profesional que antes estaba más acotado. Existe una parte técnica aprendida, que me ha permitido tomar mejores decisiones y optimizar recursos en los procesos operacionales; pero también, hay otra parte que nos entregó la UNAP, y que tiene que ver con el desarrollo profesional desde el punto de vista humano, el cual permite tomar decisiones globales con un enfoque ampliado, abarcando temáticas más allá de fines solo comerciales o productivos”.
Continuando con su experiencia en la Arturo Prat, Ávila Barbera señaló que “puedo destacar principalmente la calidad docente, que según mi parecer, fue pieza fundamental en el éxito de mi paso por la Universidad. Creo representar a todos los estudiantes de Ingeniería Civil Industrial de la UNAP, al señalar que nuestro paso por la Casa de Estudios, nos permitió entender que los objetivos del perfeccionamiento profesional no están ligados solo a un tema de búsqueda de mejoramiento económico personal; sino también, a otros temas que probablemente nunca tuvimos contemplados, como es el rol que podemos desempeñar en la sociedad y cómo nuestras acciones y decisiones podrían afectar a la humanidad”, expresó.
En lo referido a su época en el aula, el Ingeniero Civil Industrial evidenció que “mis recuerdos están asociados a sacrificio y mucho trabajo. Cuando se toma la decisión de volver a estudiar; pero esta vez, con una responsabilidad laboral y una familia detrás, los tiempos son muy acotados y el aprendizaje durante las clases es primordial, siendo aún más relevante la calidad docente”, junto con proyectar sus metas en “seguir creciendo en el rubro de la minería y, en un corto plazo, tener más responsabilidades directivas”, indicó.
Finalmente, Juan Ávila Barbera quiso dejar un mensaje a todas las unapinas y unapinos presentes y futuros, asegurando que “el esfuerzo de hoy es el fruto del mañana. Las herramientas que pueden adquirir son vitalicias, y con ellas podrán generar los cambios que el mundo necesita para que sea el hogar que queremos para las futuras generaciones”, sentenció.