- Daniel Gutiérrez Reyes, Enfermero de la UNAP
Siendo oriundo de Iquique, y el segundo en su familia en ingresar a la Universidad, el Enfermero Daniel Gutiérrez Reyes conversó con Conexus acerca de sus labores al interior del Servicio de Salud y de su pasado como estudiante en la Universidad Arturo Prat, además de compartir algunas reflexiones sobre su experiencia profesional y sus metas a largo plazo.
Trabajando actualmente como Coordinador Técnico de la Unidad de Toma de Muestras COVID-19, en el Servicio de Salud de Iquique, Daniel Gutiérrez destacó que su mayor logro hasta ahora, ha sido el “desempeñarme profesionalmente como Agente Activo dentro de esta pandemia, la cual me ha permitido trabajar en la Red de Salud de la región y nacional, bajo la estrategia del TTA (Testeo, Trazabilidad y Aislamiento) del MINSAL, lo que me ha brindado un enorme crecimiento, no tan solo como profesional, sino como persona”, haciendo hincapié en la importancia de “dar mi servicio en pos de las personas y su bienestar”, indicó.
Estando tan cerca de la línea de fuego, el profesional de la salud ha debido enfrentar diversas situaciones complicadas, destacando el haberse contagiado, en octubre de 2020, como la más peligrosa de todas. “Era un riesgo que asumía al trabajar en una unidad relacionada netamente al COVID y, al tener familia, que es población de riesgo, lo hacía más complejo. Cuando resulté contagiado, fue una noticia muy fuerte, ya que no sabía cómo mi cuerpo iba a reaccionar al virus; pero gracias a Dios, fueron solo síntomas leves; no más allá de perder el olfato y el gusto, puesto que me permitió tomar otra perspectiva, y al tener la mirada de un paciente, que en ocasiones es bueno experimentar, me hizo no perder la empatía hacia ellos”, señaló el Enfermero.
En lo referido a su etapa en la Casa Central de la Universidad Arturo Prat, el ex unapino afirmó que, “lo que más recuerdo, son los momentos en los que compartía con mis amigos y compañeros de estudios. Lo mejor, era conocer a cada uno y saber cuáles eran nuestras fortalezas y debilidades para trabajar juntos. También recuerdo a las docentes que estuvieron durante mi proceso de formación, ya que fue el primer acercamiento al compañerismo entre enfermeros que tuve y que se mantiene hasta la actualidad”, explicó, ya que “durante mi penúltimo año de carrera, mi papá estuvo grave internado en la UTI, y me hicieron la contención necesaria para no desistir y mantenerme sin problemas en las clases y en las exposiciones. Esos gestos me hacen entender que, detrás de cada docente, hay una persona que está preocupada del bienestar del estudiante”, enfatizó.
Junto con ello, Daniel Gutiérrez también reflexionó acerca de las principales herramientas brindadas por la UNAP, como “los conocimientos para desempeñarme en el área, además de entender que la ciencia de la Enfermería no es netamente procedimental, sino que somos gestores del cuidado desde todos los puntos de vista, como el clínico, gestión, docencia, investigación y administración de los recursos, con tal de entregar el mayor beneficio a nuestros pacientes en todo su ciclo vital; pero, por sobre todo, las herramientas humanas, la vocación y el amor hacia mi profesión”, logrando con ello, el “formarme como una persona integral, con capacidad de adaptarme a las circunstancias y sacar lo mejor de cada ocasión”.
En cuanto al futuro, el profesional admitió que “aunque no me encuentro ligado a un área de interés o especialidad aún, mis proyecciones son tener un trabajo estable y a la vez dinámico, que me permita tener crecimiento tanto personal como profesional, en el cual pueda demostrar todo lo que sé y soy; y claro, con todo esto ser un gran aporte para mi área, en la que actualmente trabajo; en especial, por todas las deficiencias actuales y de contingencia que ha llevado esta pandemia”, afirmó.
Por último, y como mensaje para las presentes y futuras generaciones que recorren, y recorrerán, las aulas de la Arturo Prat, Daniel Gutiérrez Reyes destacó el “no intentar escapar o esquivar el miedo a insertarse en un mundo laboral o profesional; sino más bien, ser valientes para enfrentar las adversidades que se presenten y generar enseñanzas de ellas. Las malas experiencias sirven de aprendizaje, para saber qué errores no cometer en el futuro y hacer los cambios respectivos para que no vuelvan a ocurrir”, junto con tener siempre presente “en los momentos de adversidad, el porqué se encuentran en este camino, para tomar ánimos y continuar hasta lograr las metas que se propongan”, aconsejó el Enfermero y ex unapino.