Nadia Valenzuela Fuentes, Pedagogía en Educación Básica
Proyectos como el estudio de semillas en campos gravitacionales alterados para futuras granjas espaciales; la reforestación de bosques; la limpieza del lago Lanalhue sacando una planta acuática invasora y convirtiéndola en abono orgánico; la educación a madres agricultora; el diseño de un invernadero para ellas y la participación en un programa de radio que educa a la comunidad sobre esta problemática, son algunas de las iniciativas que ha llevado a cabo, Nadia Valenzuela Fuentes, profesora de Educación Básica, en la Escuela Lucila Godoy Alcayaga, ubicada en Angol en plena Región de La Araucanía, donde ha impactado la vida de sus estudiantes, sus familias y la comunidad en general.
Es así como el gran trabajo que ha desarrollado por años da cuenta de su vocación, siendo reconocida hace algunas semanas con el Global Teacher Prize Chile 2019, considerado el nobel de la educación.
“Nací, crecí, me enamoré en la ciudad de Victoria. Y decidí también estudiar allí, siempre quise ser profesora, y al hacerlo en esa época en la Sede Victoria de la UNAP podía compatibilizar perfectamente mi trabajo y pagar la carrera, así ingresé en un programa especial que se impartía los días sábados”.
De ese período, señala tener muy buenos recuerdos “Fue una época significativa e interesante, tener todo un micro cosmos en la sala de clases y compartir con compañeros de diferentes edades, que venían de distintos lugares de la región, con el único fin de ser profesores. Tuve profesores que fueron muy importantes para mí, siempre nos motivaban a ir más allá de nuestras capacidades y eso me marcó mucho”.
Después egresar el 2005 de la Universidad fue a hacer su práctica profesional a Contulmo y continuó trabajando en la zona aproximadamente por 11 años. Posteriormente, estuvo en Angol, por temas de familia y desde hace dos años está trabajando en la escuela Lucila Godoy Alcayaga.
“Mi escuela tiene 250 estudiantes y un 97,3% de ellos son alumnos con vulnerabilidad social. Allí imparto la asignatura de ciencias naturales, tengo la jefatura de un quinto básico y atiendo a estudiantes desde primero a octavo básico. Ellos son niños y niñas que a pesar de todas las dificultades, quieren surgir, salir adelante y la mejor manera es a través de la educación que les estamos entregando”.
PREMIO
Sus palabras dan cuenta de la gran vocación y entrega a sus estudiantes al transformarlos en agentes de cambio, a través de una de sus más grandes pasiones como son las ciencias.
“Creo que como educadores debemos despertar en ellos el espíritu por investigar tanto dentro del aula, pero mayormente debemos entregarles la posibilidad de que descubran el mundo que les rodea y las maneras de contribuir para hacerlo mejor para todos”.
¿Qué ha significado este premio?
Ha sido un reconocimiento, que en lo personal me ha marcado significativamente y de cierta manera viene a coronar años de trabajo, no ha sido un camino fácil, ha habido muchos sinsabores, muchas puertas que se me cerraron, pero que gracias a la persistencia y resiliencia, y cual ave fénix, volvía a volar cada vez más alto, hasta lograr mis objetivos. Entonces, este premio es a la labor desarrollada con tanta pasión y entrega a la asignatura más hermosa que tiene nuestro currículum nacional, las ciencias.
¿Cuáles son tus ambiciones a futuro?
A nivel profesional, tengo proyectos ambiciosos que pretendo cumplir paso a paso. Tengo pendiente una investigación científica con líquenes en la Antártica, ser un referente para mis niños en cuanto a las ciencias, y seguir en este camino, entregándoles conocimientos y contención. Por ello a aquellos nuevos profesores les digo que se esfuercen por ser siempre los mejores, que busquen la perfección laboral, manteniendo el foco de que estamos formando al futuro de nuestro país. Educar es estar en el lugar que Dios nos tenía destinado para cambiar el mundo. Eduquen con el corazón y entreguen lo mejor de sí.