La actividad, dirigida por el Doctor Luis Orellana, docente e investigador del Instituto de Estudios Internacionales de la UNAP (INTE), se realizó con una gran asistencia de académicos e investigadores de las ciencias de la religión y ciencias políticas.
En la ocasión, Mariela Mosquera, socióloga, investigadora del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales, del Consejo Nacional de Investigaciones Científica y Técnicas (CEIL-CONICET), dictó la ponencia titulada «Liderazgo, familia, sociedad civil. Procesos de institucionalización en iglesias evangélicas de Argentina».
Por su parte, César Ceriane, antropólogo, docente de la Universidad de Buenos Aires y en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) e investigador CONICET Argentina, presentó la ponencia «Evangelio y política de los aniversarios en el Chaco indígena»., donde explicó «mi exposición tiene que ver con el movimiento evangélico indígena en el Chaco, de pueblos Tobas y Wichi. Mostrando aspectos que tiene que ver con la política, en un sentido de su expresividad performática, es decir, cómo se pone en escena».
Otra de las ponencias estuvo a cargo de Brígida Baeza, historiadora y directora de Estudios Sociales y Políticos de la Patagonia de la Universidad Nacional de la Patagonia de San Juan Bosco e investigadora adjunta del CONICET, Argentina, quien expuso sobre «El resguardo de la fe: evangelismo y política en contextos extractivitas: Comodoro Rivadavia, Chubut- Argentina».
En tanto Joanildo Burity, Doctor, investigador titular en la Fundación Joaquim Nabuco, en Recife, Brasil, profesor de postgrados en sociología y en Ciencia Política en la Universidad Federal de Pernambuco, presentó «¿Ola conservadora o formación de una ‘nueva derecha chistiana’ brasileña? Brasil post-2016».
El especialista aseguró que «el tema de los evangélicos es hoy un punto esencial para comprender la política y la cultura en la región y cuando decimos América latina no solo hablamos de américa del sur, sino también América Central, México y las Islas del Caribe, porque en todos estos espacios hay un cambio que a la vez es demográfico de crecimiento de los grupos evangélicos, pero también un cambio cultural y político por la incidencia y presencia pública que estos grupos están ganando».