Alejandro Hidalgo Uzqueda, Arquitecto y emprendedor: Entre la  arquitectura y el longboard

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Sin duda este santiaguino de nacimiento, pero iquiqueño por adopción, demuestra como trabajando y creyendo en sus ideas se puede triunfar fuera de su país, tanto en su profesión como concretando su emprendimiento.

Alejandro Hidalgo Uzqueda es un joven arquitecto y emprendedor, que tras estudiar en la Universidad Arturo Prat y ser profesor en su carrera, empezó a darse cuenta que necesitaba salir de Iquique para crecer profesionalmente. ”Estoy convencido que uno nunca debe parar de aprender y ser arquitecto te exige día a día la búsqueda de experiencias, de ver, tocar y vivir. Por esta razón, postulé a Becas Chile, pero no gané esa oportunidad, así que tuve que averiguar otras formas de salir del país con las herramientas para vivir en el extranjero. Así llegué a la Working Holiday Visa, programa donde Chile tiene muchos convenios con distintos países para trabajar, estudiar y vivir por un cierto tiempo. Así el 2015 llegué a Nueva Zelanda con la idea de trabajar en cualquier cosa y vivir la vida, pero al cabo de un mes se me presentó una gran oportunidad laboral como arquitecto. Gracias a ello he adquirido conocimientos tales como nuevas formas de distribución espacial, uso de materiales modernos, regulaciones y aspectos técnicos distintos a los de mi región, como diseñar para la lluvia y la nieve y aprender un nuevo idioma obviamente, entre otros. Toda esta experiencia en lo profesional ha sido como realizar un gran postgrado con la ciudadanía como premio final”.

En estos momentos es residente permanente y está trabajando en Auckland, Nueva Zelanda, en  DAA, Dorrington Atcheson Architects, una firma de arquitectura ubicada en Grey Lynn, “Somos aproximadamente 15 personas, una compañera de Rusia, otra de Francia, una de Hungría y todos los demás miembros oriundos de Nueva Zelanda. Mi cargo es Senior Architectural Technician y estoy a cargo de todos los aspectos arquitectónicos y técnicos previos a la construcción de una obra, lo que se conoce como Building Consent y Construction Set”.

EMPRENDIMIENTO

Además de su amor por la arquitectura, durante su paso por la UNAP, Alejandro potenció otra de sus grandes pasiones como lo es el Longboard, un deporte que emplea una tabla larga para bajar cuestas, alcanzando velocidades cercanas a los 100 km por horas.

“Muchos de mis compañeros de carrera también lo practicaban, así que junto a ellos y mi hermano, comenzamos a practicarlo de manera más seria, logrando competir en campeonatos nacionales e internacionales, conociendo a campeones mundiales de distintas nacionalidades. Esto fue el inicio, porque gracias a las habilidades y herramientas que me proporcionó y potenció la carrera, tales como el manejo de software vectoriales y de modelado 3D,  el año 2005 comenzamos junto a mi hermano mayor el proyecto LONGBROTHERS longboards donde hacíamos tablas artesanales en un pequeño taller en la casa de mi madre”.

En la actualidad, este hobby se ha transformado en un emprendimiento que lo apasiona “Tenemos el proceso industrializado, con proveedores en China y Estados Unidos, con distintas tablas, accesorios de alta calidad y pensando en el futuro queremos ser parte del movimiento ecológico y adentrarnos en el mercado con Longboards eléctricos,  por ello en la actualidad estamos vendiendo en Nueva Zelanda / Australia y en Chile”.

ESTUDIOS

Sus ganas de hacer las cosas bien se notan y gran parte de ello es resultado de la formación que le entregaron sus padres. “Mi madre nos inculcó valores y responsabilidades para que fuéramos hombres de bien, recibiendo además la ayuda y el apoyo económico de nuestro padre”.

Así producto de su permanente éxito académico obtuvo una beca para continuar la enseñanza superior en Antofagasta. “Me fui a la Universidad Católica del Norte a estudiar Ingeniería Civil, influenciado un poco por querer siempre ir a las grandes universidades, pero luego de un año decidí hacer lo que me hacía feliz, crear, por lo que regresé a mi ciudad y el año 2005 entré a la carrera de arquitectura en la Universidad Arturo Prat. De esta manera, estaba cerca mi familia y, además, sabía que la carrera era una de las mejores, compitiendo en concursos con otras universidades donde incluso ha ganado varias veces importantes puestos a nivel nacional”.

UNIVERSIDAD

De su vida universitaria tiene recuerdos muy patentes que dan cuenta del esfuerzo y dedicación que puso para obtener su título profesional. “El proceso lo recuerdo como difícil y tortuoso, pero a la vez con mucha nostalgia, nadie pensaría extrañar a su familia  porque estás trabajando en las maquetas que no caben en tu casa y debes estar todo el día en la Universidad. Dormir en la misma escuela con tus compañeros sobre cartones, eso se recuerda como un proceso que te obliga a estar 100% conectado contigo mismo, aprender cosas como el sacrificio, la constancia, el detalle, el amor por lo que haces, conocer tus límites y  disciplina, entre otros, son grandes enseñanzas”.

Sostiene que si bien comenzaron muchos estudiando, no todos llegaron a graduarse y, “…vi partir a muchos compañeros y amigos, pero cada uno fue buscando lo que más lo motivaba en la vida. Hoy, aquellos que se graduaron ocupan puestos importantes en municipalidades, constructoras e incluso tienen sus  emprendimientos. Pero, sin duda, la relación que más destaco y aprecio hasta la actualidad es la que formé con mis profesores, que al final también se convirtieron en mis amigos y compañeros de trabajo cuando fui académico de la misma carrera por casi 4 años”.

APORTE UNAP

El arquitecto sostiene que el gran aporte profesional que le entregó la Universidad fue validar lo aprendido ensenándoselo a otros,  “Descubrí mi pasión por enseñar. El salto de la escuelita de madera, al gran y moderno edificio que ahora es la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, donde aproveché mis últimos años como estudiante, los disfruté aún más como profesor”.

Agrega que la educación que recibió le proporcionó diversas herramientas para enfrentarse al mundo, con la posibilidad de hacer múltiples cosas como, por ejemplo, calcular edificios, diseñar, construir y hacer documentación, entre otros. “Acá en Nueva Zelanda, la profesión está más limitada, el constructor construye, el ingeniero calcula y el urbanista urbaniza, todas las facultades que tenemos en un solo título en Chile acá están separadas, lo cual nos da más oportunidades de desempeñarnos en el extranjero en lo que realmente queramos”.

Aclara que la carrera de Arquitectura Nueva Zelanda tiene una metodología distinta a la que se imparte en la Universidad Arturo Prat, por lo que relacionarse con el entorno y buscar patrones de diseño arraigados en el contexto y el territorio no se conoce mucho. “Ellos están más enfocados en el costo, ornamentación y diseño, en un diseñar de adentro hacia afuera. Lo mejor de todo es que al aprender esta forma de ver la arquitectura puedo complementarla con lo que ya sé, lo que me convierte en un arquitecto más completo”.

PROYECTOS

Respecto a sus planes profesionales, Alejandro manifiesta “He ayudado en la construcción de más de 40 proyectos, entre residenciales y complejos habitacionales, con costes promedios de 1 millón de dólares cada uno, lo cual me otorga la posibilidad de explorar patrones de diseños que no están limitados por el costo del edificio, sino que se prioriza el lujo y el diseño. El 2020 quisiera presentar el examen para el registro como arquitecto en Nueva Zelanda, cambiarme de ciudad y con el tiempo comenzar mi propia firma de arquitectura en la isla sur. Además, siento aun un gran compromiso  con  mi región y me gustaría  poder colaborar desde mi ámbito con ella”.

A nivel personal, señala que desea aprender otro idioma, estudiar programación o alguna carrera en tecnología e invertir en LONGBROTHERS para llevarlo al siguiente nivel y también quisiera tener la oportunidad de ayudar a otras personas, ya que cuando quiso emprender esta aventura no sabía por dónde partir.

CONSEJOS

Para aquellos que recién comienzan en el mundo laboral, manifiesta: “No se preocupen si no están listos para asumir los desafíos de trabajar, el profesional también se hace en el camino, solo hay que tener la actitud correcta y a veces ser autodidacta, aprendiendo lo que se necesite para sentirse preparado.  En tanto, para aquellos que quieran salir del país, es importante saber que el mundo está validando más la actitud y la experiencia en vez de la universidad que egresas. En la empresa que trabajo les importa más lo que podía hacer, si iba a disfrutar lo que hacía y si lo hacía bien. En verdad acá a nadie le interesa la universidad de la que saliste, eso solo es importante en Chile. Si crees que sabes hacer algo y amas lo que haces, eso hablará más de ti que de donde saliste. Enfócate en terminar tu carrera y aprovechar esa instancia para aprender de los profesores y compañeros, puedes construir una oportunidad donde quiera que estés, solo depende de ti”.

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