Por: Guido Cerda Silva
Director Carrera de Psicología
¿Alguna vez has escuchado a un amigo o amiga diciendo que es feliz trabajando? Son muy escasas las ocasiones en las cuales podemos compartir este tipo de pensamientos. Por lo general escuchamos a nuestros amigos/as o a nosotros mismos exclamando “odio mi trabajo”, “no quiero seguir trabajando”, “si me ganara el Kino…”. Sin dudas, tenemos muchas formas de expresar que no nos sentimos a gusto en nuestros espacios laborales.
A pesar de la cantidad de nominaciones que recibe nuestro trabajo, déjame decirte que existen personas que disfrutan sus quehaceres laborales. No me mal interpretes, no hablo de aquellos “trabajólicos/as” que invierten todo su tiempo trabajando (eso no es muy saludable). Me refiero a personas que han aprendido a mejorar sus espacios de trabajo y encontrar estrategias para sentirse cómodas y contentas durante las 8 a 9 horas de trabajo.
No podemos olvidar que en Chile, la legislación nos ofrece un tiempo laboral de 8 a 9 horas diarias, es decir, al menos un tercio del día trabajando. Sin dudas, es un periodo de tiempo que nos puede desgastar y afectar nuestra salud mental si no nos cuidamos.
Cuando hablo de felicidad en el trabajo, debemos descartar el hecho que la empresa es responsable 100% de todo. Si bien, la cultura saludable que se genera en la empresa en la cual trabajas es muy importante para sentirse en armonía dentro del espacio laboral, también podemos aportar a desarrollar un mejor clima de trabajo, así como a fortalecer la sensación de pertenencia a la empresa.
Es relevante para cualquier organización contar con un liderazgo apropiado que permita a sus colaboradores la oportunidad de crecimiento y fortalecimiento de su desarrollo profesional. Este elemento, brinda a las personas espacios de trato justo y seguridad dentro de sus puestos de trabajo. ¿Has oído a alguien que se sienta feliz por estar todos los meses sin saber sobre su contratación? Claramente, este factor que brinda la empresa a las personas, genera los cimientos para fortalecer la sensación de pertenencia y la felicidad en los espacios laborales.
Si vamos de lleno a lo nuestro, los espacios laborales también requieren de nuestro aporte para desarrollar un buen clima laboral. La felicidad en el trabajo no nace por magia, debemos cultivarla. ¿Seleccionaste el trabajo que querías para crecer profesionalmente o fue un descarte de opciones? Esta primera pregunta, nos orienta en saber si desde el comienzo tuviste una motivación propia por el lugar que escogiste para trabajar a diario. Es aún más difícil fortalecer la felicidad si entramos a disgusto con nuestro proyecto profesional.
Otro factor a considerar es preguntarte ¿Inviertes el tiempo suficiente para descansar? Muchas veces, ocurre que nuestros tiempos se orientan en su totalidad en el quehacer laboral. Un error en el que fácilmente podemos caer todos/as nosotros/as. Sin duda, debemos intentar un equilibrio entre nuestras responsabilidades. Si bien, trabajar, es una tarea ardua que realizamos a diario, no representa nuestra vida en su totalidad. Debemos intentar encontrar espacios de descanso, de distención o familiares, en los cuales podamos lograr una armonía que disminuya nuestro estrés.
Hace unos años atrás, en esta revista hablamos acerca del estrés, no olvides que puede ser tu peor enemigo si no logras disminuirlo a tiempo. Claramente, una forma de contrarrestarlo es identificando las formas de ser feliz en tu trabajo.
Finalmente, y como consejo personal, te sugiero adaptar tu espacio de trabajo a tu comodidad. Disminuye aquellos elementos que no te gusten. Todos/as tenemos gustos personales y llevarlos de vez en cuando a nuestro espacio laboral nos puede ayudar a sentirnos mucho más a gusto cuando nos olvidamos de la felicidad de nuestros quehaceres. ¡Mucho éxito en tu trabajo!