Casa Central, Iquique
Como socias, amigas y compañeras se definen Daniela Sosa Rojas y Militsen Estrada González, dos egresadas de la carrera de Kinesiología de la Universidad Arturo Prat en Iquique, que se percataron que en su especialidad también hay cabida para el emprendimiento.
De la generación 2008 de la carrera fueron pioneras, y por eso manifiestan que se sienten afortunadas porque los profesores trabajaron de manera personalizada, pudiendo ellas poner más atención en cada una de las posibilidades que ofrecía su carrera.
Una de las características de las que se dieron cuenta fue la alta presencia de profesionales de kinesiología en el mercado regional y nacional, situación que les permitió visualizar como oportunidad de desarrollo profesional, que un tratamiento kinesiológico puede y debe tener asociadas otras prestaciones.
Es así que una vez tituladas crearon lo que es hoy su fuente y motor: Skinestetic un centro kinésico integral, ubicado en la Península de Cavancha, donde trabajan con los pacientes del cirujano plástico Marcelo Fonseca incorporando a sus procesos la cosmetología y otros servicios, dando otra cara a los tratamientos de kinesiterapia.
Para Daniela, emprender es una gran oportunidad y responsabilidad, afirma que esa actividad le ha posibilitado relacionar otros conocimientos y continuar haciendo otras actividades, es así como además de ejercer como kinesióloga, en su tarea utiliza sus conocimientos como cosmetóloga y trabaja en la UNAP impartiendo el electivo Introducción en kinesiología Dermatofuncional.
En tanto Militzen, está abocada al trabajo con el centro de kinesiterapia, creando una retroalimentación positiva con quienes se someten a tratamientos correctivos.
UNA PARA TODAS
Para estas amigas, colegas y socias la UNAP fue el punto de partida de una sociedad profesional y amistad que ha seguido fortaleciéndose.
“Nos conocimos en la Universidad, donde muchos profesores hablaban de interiorizarnos en nuevas áreas que aún no estaban explotadas y en esa búsqueda comenzamos a trabajar haciendo masajes cuando íbamos en segundo de la carrera en un centro de estética”.
Uno de los aspectos que destacan es que la generación 2008 de la carrera de kinesiología la llevaba y es un sentimiento que valoran. Para Daniela “fueron años increíbles, nuestra carrera era nueva y por lo tanto éramos pocas generaciones que compartíamos mucho”. Mientras Militsen remarca: “Éramos muy unidos, siempre participamos juntos en muchas actividades y hasta hoy tenemos contacto e incluso con algunos ex compañeros trabajamos juntos en nuestro centro”.
Afirman que tuvieron la gran fortuna de tener a profesores exigentes, profesionales capacitados, quienes les entregaron una excelente base y formación profesional para enfrentar al mundo laboral.
De ese período destacan a su jefa Rossana Cáceres, “Ella nos enseñó mucho del tema y además hizo que nos propusiéramos formar nuestro propio negocio. Comenzamos a hacer cursos y al salir de la Universidad, lo conversamos y formamos nuestra pequeña empresa en diciembre de 2014. Compramos un par de máquinas, arrendamos un box en la clínica Playa Brava, pero sabíamos que necesitábamos saber más de los cursos y la experiencia laboral que habíamos tenido esos años, es así como en Santiago cursamos un diplomado relacionado con lo que más nos gustaba que era el área dermatofuncional”.
Luego el 2016 buscaron kinesiólogos que les permitieran complementar sus conocimientos y trabajar en otras áreas de rehabilitación como: traumatología, respiratorio, reintegro deportivo, suelo pélvico, oncología, etc, ya que su especialidad hasta entonces estaba enfocada solo en el área dermatofuncional, invirtiendo así para hacer crecer el negocio y buscar un nuevo local.
La experiencia y el esfuerzo le ha enseñado a estas amigas que deben pensar siempre en crecer y en que hay que innovar para entregar el mejor servicio y que sea de calidad: “Estamos constantemente perfeccionándonos en nuestra área y también en otras como gestión de empresas y marketing. A los kinesiólogos que trabajan con nosotras les pedimos lo mismo. Ahora estamos pensando en nuevos proyectos para poder consolidarnos aún más y seguir creciendo”.
GANAS Y OPORTUNIDADES
La reflexión que hacen Daniela y Militsen es que en la actualidad entrar al campo laboral es difícil, ya que son muchos los kinesiólogos que egresan de las universidades de la región, pero siempre hay buenas ideas que pueden marcar la diferencia.
“Para los nuevos colegas les decimos que no tengan miedo a emprender, lo que sí para perdurar en el tiempo requiere mucho trabajo y perseverancia. En algunas ocasiones se pone difícil y dan ganas de dejar todo atrás, pero cuando las cosas se hacen con amor, porque realmente les gusta su trabajo, al fin da sus frutos y prospera”.