Santiaguino y titulado de Arquitectura en la Universidad de Chile, al consultarle porqué estudió esa carrera, Pablo Azócar Azócar señala con firmeza, “Porque la arquitectura, es un desafío constante, es una sed de conocimiento que nunca termina. La arquitectura no es sólo una obra o edificio, es conocer a los demás, una cultura un contexto, poder leerlos y comprenderlos desde sus problemáticas como potencialidades para generar respuestas con arraigo, lo que puede llegar a concretarse no tan sólo en una obra, sino en el establecimiento y reconocimiento de múltiples relaciones y formas de expresarlas. Es el principio para empezar a descubrir y descubrirse. Además de esto, aunque fue años después; posibilitó el acercarme a otra de mis pasiones, la docencia”.
Estas palabras definen al arquitecto y académico de la Unap, a quien tanto su profesión, como el ser parte del programa “Formador de Formadores” y su tesis doctoral “Definición de un Modelo Propedéutico Proyectual, a partir de las Experiencias Previas de los Alumnos, para el ingreso a la carrera de Arquitectura”, Estudio de caso: Escuela de Arquitectura, Universidad Arturo Prat de Iquique – Chile, en la Universidad de Tucumán, claramente han marcado su vida y también la de muchos de sus estudiantes que han asimilado sus nuevas formas y metodologías de enseñanza.
¿Cómo surge la idea de esta nueva metodología ?
“La inquietud surgió hace muchos años atrás, al darme cuenta de la dificultad que tienen los chicos al pasar de la enseñanza media al ámbito universitario, lo que gatilló el trabajo de mi tesis doctoral donde propongo que en el primer semestre de la carrera se establezca un taller que enfoque su estructura, metodología y herramientas, a un trabajo colaborativo permanente desde la perspectiva de comunidad de aprendizaje, siendo fundamental en éste la horizontalidad entre profesor y estudiantes”.
De esta manera, Azócar afirma que la retroalimentación continua y colaborativa entre ambos, posibilita detectar de manera certera la evolución de herramientas y procedimientos que sean más efectivos para acercase a resolver las dificultades de aprendizaje. Así estas decisiones de manera conjunta han logrado mayor efectividad en la construcción del aprendizaje individual y colectivo, incidiendo positivamente, de manera paralela, en los indicadores de retención en la carrera
Agrega que la base de este estudio son técnicas blandas de aprendizaje y la potenciación de grupos de trabajo. “Se usan tutorías en que el estudiante por etapas específicas, va rotando por diferentes profesores del mismo taller, de tal modo de contribuir a su aprendizaje desde diferentes perspectivas, evitando con ello que múltiples miradas en una misma etapa puedan complejizar el aprendizaje y potenciando de este modo una postura o visión personal del estudiante, dependiendo de la perspectiva que sienta más propia”.
De acuerdo al arquitecto, esto comenzó en una especie de marcha blanca el año 2015, para posteriormente el 2017 aplicar esta metodología de manera completa, materializándose en el taller inicial de la carrera con dedicación exclusiva durante el primer semestre, donde los estudiantes no trabajaban solamente con arquitectos, sino con sociólogos, psicólogos y psicopedagogos, entre otros, potenciando una visión académica multidisciplinar. “Al estar en el cargo de jefe de carrera durante nueve años, me llamaba permanentemente la atención la cantidad de dificultades manifestadas por los jóvenes al verse enfrentados a esta nueva cultura universitaria, lo que muchas veces se traducía en altos índices de deserción temprana. Observé que la situación que persistía como constante era la dificultad del aprendizaje sobre la base de metodologías pedagógicas que no cambiaban desde los años en que yo había estudiado”.
Manifestó que lo importante hoy es lograr que el futuro profesional sienta empatía y cariño por lo que hace. “Se debe sentir comprendido y cobijado, dentro de un entorno de trabajo en el cual él no es diferente al profesor, sino que claramente es parte de un equipo, donde es permanentemente reconocido en el marco de un aprendizaje colaborativo”.
Así, los logros por mínimos que sean, son siempre destacables, haciendo consciente al estudiante de ello, al igual que de sus errores, pero no con la carga negativa que la palabra conlleva, sino como parte de un proceso reflexivo de enriquecimiento y crecimiento del aprendizaje continuo. “De alguna manera esta estrategia didáctica de concientizar al estudiante de sus logros de manera permanente, fortalece al individuo, ya que por lo general no está consciente de sus avances, concentrándose fundamentalmente en la superación de eventos puntuales, centrado en la calificación, las trabas o errores, olvidando sus logros a lo largo del proceso: el reconocer su potencial a través de lo superado”.
¿Cómo ha sido la recepción de los estudiantes y de los académicos?
«Por parte de los estudiantes bastante positiva, ya que valoran que se les escuche siendo actores concretos en la construcción de los procesos de aprendizaje, manifestando además que les resulta enriquecedor, construir sobre miradas múltiples, donde tanto estudiantes y académicos, tiene injerencia. En ese sentido la dinámica de la metodología se va perfeccionando permanentemente de manera conjunta”.
Respecto del cuerpo académico, ocurrió algo muy singular, ya que mientras yo estaba desarrollando la tesis doctoral, se estaba trabajando en la misma problemática; así al llegar nuevamente a la carrera se trabajó con estas propuestas, incorporando la metodología al plan de estudio 2016, logrando aplicarla de manera completa a partir del primer semestre del 2017.
AGRADECIMIENTOS
Respecto al apoyo que ha recibido de la UNAP afirma: “La Universidad me ha dado la oportunidad de ejercer como profesor con estudiantes de la carrera de Arquitectura, desde el año 1997 a la fecha, convirtiéndose ésta una de mis grandes pasiones, jamás previstas al momento de titularme como arquitecto, llegando a ser un desafío constante tremendamente enriquecedor. Por otra parte deseo agradecer el apoyo constante entregado para la realización de mi perfeccionamiento académico tanto en México como en Argentina, lo que ha posibilitado realizar un trabajo tranquilo y enfocado en los procesos y resultados obtenidos”.
Agregó que sus objetivos son lograr un trabajo permanente y multidisciplinar orientado al análisis de problemáticas observadas en los procesos de aprendizaje en el aula, pudiendo de ese modo, publicar posteriormente acerca de estas experiencias.
Azócar resaltó el apoyo recibido por la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Postgrado en su desarrollo como académico, “Ha sido muy significativa su ayuda para mi perfeccionamiento académico, tanto en el diplomado como en el
doctorado, dándome además la posibilidad de participar en el programa “Formador de Formadores”, donde adquirí nuevas habilidades para el desarrollo de competencias y metodologías en aula, como también para aportar en el desarrollo de mi tesis doctoral. Por otra parte, y en relación con el mismo programa formador de formadores, estoy agradecido con la posibilidad de expandir mis horizontes académicos más allá de las aulas universitarias, impartiendo clases a emprendedores de diferentes regiones en el país, lo que significa un crecimiento constante, muchas satisfacciones y la generación de nuevos desafíos”.
Finalmente, expresó “Estoy agradecido en general a la Universidad y a los directivos superiores y vicerrectorías, especialmente a la Vicerrectora de Investigación, Innovación y Postgrado, Dra. Margarita Briceño y a la Vicerrectora Académica, Dra. Ximena Ibarra, entre muchos otros. Además, quiero reconocer la ayuda de todos los funcionario
s de las diferentes reparticiones a los que he recurrido para resolver problemáticas de los estudiantes de nuestra carrera. La permanente disposición y apoyo de todos, desde mi ingreso a la academia en la UNAP, ha sido un soporte para el desarrollo de iniciativas académicas y en mi caso en lo que respecta a indagar en nuevas metodologías que aborden aspectos pedagógicos, posibilitando con ello dinamizar los procesos didácticos acorde a realidades concretas”.