Emprender es definido como la capacidad y actitud de percibir, de crear y de actuar. Esta capacidad resulta de la combinación entre un acto creativo con una acción eficaz y eficiente.
La capacidad de emprender considera tres etapas: Percibir e identificar una necesidad latente u oportunidad; Desarrollo del concepto del producto o servicio que pueda satisfacer la necesidad no cubierta, permitiendo la obtención de un beneficio e Implementación de la idea para convertirlo en resultados reales.
Emprender es una actividad laboral que ha ganado fuerza y para desarrollarla es muy importante tener en cuenta:
- Aprende a vivir con incertidumbre. La competencia es un factor clave al momento de emprender, identifica quién es y qué hace; crear tu oferta y aprende a defenderla.
- Sé un líder, no un jefe. La gente busca a alguien que esté dispuesto a “ensuciarse las manos” por su equipo, haz una conexión con tu equipo de trabajo, cree en ellos y motívalos.
- Establece una cultura de trabajo. El ser flexible con el personal ayuda a blindar las relaciones que tienes con ellos, sin embargo establece los tiempos de entrega del trabajo y haz que se comprometan con ellos.
- Recompensa. Comparte los éxitos de la empresa con tu equipo de trabajo, pero también si las cosas no van bien identifica debilidades y conviértelas en oportunidades, esto los alienta a mejorar.
- Sé humilde. Los negocios y las oportunidades están en donde menos se piensan, ten apertura con todo tipo de clientes.
- Acepta ayuda. Sé honesto, acepta tus errores y aprende a escuchar consejos de los demás.
- Sé profesional. Tener en orden tu material de trabajo (presentaciones corporativas, redes sociales, página web, tarjetas de presentación, etc.) y cuidar tu aspecto físico habla bien de ti ante tus clientes.
- Cuida a tus clientes. “Un cliente feliz, atrae a más clientes”, por lo tanto dale tiempo y el espacio que cada uno necesita, mantente en contacto con ellos.
- Separa lo laboral de lo personal. A pesar de que la amistad te genera algo que no tiene valor como es la confianza, establece una división entre tus relaciones personales y profesionales.
- Protégete. Invierte tiempo y dinero en todo el ámbito legal de tu empresa, desde regularización de impuestos hasta contratos de confidencialidad para tus clientes.