Romina Ramos
Trabajadora Social y Doctora en Sociología
Romina es porteña de nacimiento e iquiqueña por convicción. Creció entre los cerros Barón y Playa Ancha. Su enseñanza básica la realizó en la Escuela Gaspar Cabrales, donde desarrolló su inquietud por la gimnasia artística y el deporte, posteriormente ingreso al Liceo Marítimo de Playa Ancha donde realizó sus estudios secundarios. Una vez terminada su enseñanza media, ingresó a la Universidad de Valparaíso, inscribiéndose en la carrera de Actuación Teatral, para luego emigrar a Iquique, donde continuó sus estudios en la carrera de Trabajo Social en la Universidad Arturo Prat, de donde no se movería hasta hoy. Esta joven doctora, ha sido, estudiante, funcionaria administrativa y académica en la Universidad, cultivando una relación que trasciende al mero vínculo laboral.
Si bien viajó a Iquique de manera circunstancial el destino tenía para ella otro objetivo, “Venía por un año acompañando a mi hermano Felipe que cursaba la carrera de Ingeniería Mecánica, sin saber que ese viaje sería el comienzo de una vida llena de desafíos, tanto profesionales como personales. Me inscribí así en la carrera de Trabajo Social, asumiendo con ello una vida entregada al voluntariado y la acción social.
Es así como halla en Iquique y en el Trabajo social una síntesis perfecta respecto a su vocación, sus intereses como trabajadora y sus expectativas como estudiante.
UNAPINA DE CORAZON
Para acceder a su título de Trabajadora Social, Romina realizó su tesis de grado en relación a la “Percepción de las mujeres migrantes y su vinculación con las redes de apoyo en Tarapacá”, trabajo que concretó producto de una beca para tesis de Pregrado de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Postgrado de la UNAP, VRIIP, comenzando así un camino intelectual marcado por su interés en temas fronterizos y migratorios. “Durante esa época recibí una gran orientación de la Dra. Marcela Tapia y la Mg. Loreto Castillo, quienes acompañaron mi proceso de titulación. La primera me inspiró hacia un quehacer intelectual en materias de feminización de las migraciones, lo que me entusiasmó de inmediato y con Loreto, en tanto, comprendí que el Trabajo Social era más que la intervención y que existía un universo de materias donde podía desarrollarme“.
Una vez titulada comenzó a trabajar como funcionaria en Bienestar Estudiantil, adjudicándose durante esa época dos becas de postgrado, una FIC-del Gobierno Regional para financiar su maestría y luego una beca de la Universidad del País Vasco en España. Es así como autorizada por la Universidad por un año emprende rumbo a Bilbao, en compañía de su hijo “En Bilbao, tuve la oportunidad de conocer personas que dirigieron mi trabajo de iniciación a la investigación, continué en temas fronterizos e hice mi tesis de maestría acerca de la sociología de la vida cotidiana de las mujeres migrantes en Tarapacá”.
Posteriormente, regresa a la UNAP y concursa a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en la carrera de Trabajo Social. Al ingresar a la Facultad continúa con inquietudes en temas migratorios: “Me inscribí en el doctorado en sociología de la Universidad del País Vasco-España y al cabo de un año me adjudiqué una beca CONICYT para estudios de doctorado en el extranjero”.
Con el apoyo nuevamente de la VRIIP viajó a España a continuar su proyecto de investigación, ahora ya en el ámbito del doctorado. El 2017 termina sus estudios, siendo su tesis evaluada como sobresaliente cum laude, la máxima distinción en un doctorado: “Cuando supe que había obtenido esta distinción me sentí muy orgullosa del trabajo, pero también comprendí que era solo el inicio y que me faltaba muchísimo por aprender, fue un duro término por todo lo que implicaba escribir una tesis y cuando puse el punto final logré comprender que ese punto en realidad no era un término, tenía más líneas de investigación abiertas que cuando comencé a escribirla”.
APOYO
La colaboración brindada por la UNAP, a través de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Postgrado ha sido sustantivo en su camino profesional: “Creo que la confianza depositada en mí durante todo este tiempo, ha sido fundamental para el logro de mis objetivos en términos de investigación y debo reconocer que sin ese impulso obtenido desde la VRIIP, hubiese sido un camino muchísimo más largo. Valoro la política institucional que tiene la Vicerrectoría respecto a la movilidad estudiantil de sus académicos/as”.
Pero Romina además de académica e investigadora, es la orgullosa madre de Rafael, quien durante 11 años ha sido su principal preocupación, conciliando así su maternidad con su vida laboral y estudiantil, “Es difícil enfrentar un mundo machista, donde no existen garantías para que las mujeres accedamos a nuestros derechos en igualdad de condiciones que los hombres. No obstante, Trabajo Social es una carrera feminizada, donde las mujeres tenemos un rol preponderante, por lo tanto, encontré ahí un buen apoyo para proseguir mis estudios. Por ello, siempre estaré agradecida de aquellas redes de solidaridad entre mujeres de la Universidad, con quienes construimos conciencia de la necesidad de sostenernos como compañeras”.
PROYECTOS
En relación a sus planes, destaca, “Mi proyecto durante estos años en el ámbito de la docencia, ha sido generar inquietudes investigativas en mis estudiantes, para que reconozcan lo importante que es la investigación en el Trabajo Social con acento en las cuestiones sociales regionales. Que seamos trabajadoras no solo ejecutoras de proyectos, sino también desde la praxis podamos descubrir el valor de la investigación para la transformación social de la región de Tarapacá y el país”.
En términos personales, precisa que está confeccionando algunos trabajos, resultados de su tesis doctoral. “Tengo el interés de postular a proyectos de investigación externo y seguir trabajando en el Núcleo de Estudios Criminológicos de la Frontera, inaugurado recientemente con colegas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. En agosto tenemos el seminario internacional “migraciones y criminalización en américa latina” que estamos coordinando con Clacso y que pretende reunir reflexiones de diversas investigaciones para discutir cuáles serían los momentos más significativos de aquella superposición entre la criminalidad y las migraciones, desde perspectivas situadas en los diversos territorios de la región latinoamericana, y cuáles son los efectos más reveladores en el plano de una lógica de exclusión de extranjeros”.
Agrega que en el Núcleo he encontrado una rica sinergia de trabajo que le ha permitido trasladar sus inquietudes investigativas y que hicieran sentido en el campo de las migraciones y los paradigmas de seguridad, tema muy vigente a propósito de la coyuntura local y nacional.
EDUCACIÓN PÚBLICA
Sin duda, la Doctora Ramos sintetiza en su historia lo que hoy se puede categorizar como las hijas de la educación pública que vuelcan su vida a la comprensión de los fenómenos sociales más complejos: “Soy hija de la educación pública, creo firmemente en la necesidad de fortalecer el sentido público de la educación porque en ella se sintetizan los intereses de la sociedad. Para ello, la recuperación de derechos sociales universales, con una presencia protagónica de las Universidades Públicas en el sistema educativo, es prioritario. Tarapacá es lo que es, gracias al desarrollo de lo que fue un comienzo la Universidad de Chile y posteriormente la UNAP. Así, también, las académicas y la comunidad universitaria en general nos debemos a la sociedad, es por ello, que asumo con seriedad los desafíos que en este último tiempo hemos ido expresando como país. Como UNAP debemos incorporar aquello como una oportunidad para construir un ethos universitario armónico con los intereses mayoritarios de la sociedad chilena, y en definitiva, ser un aporte contundente para el desarrollo regional. Tenemos el desafío de democratizar la educación superior, empoderar aún más a las comunidades universitarias y prepararlas para la toma decisiones. Así, las académicas enfrentamos la complejidad de todo lo que es la cultura predominantemente machista sobre la cual se levanta la práctica intelectual y la producción científica. No obstante, gracias al movimiento feminista se asume como una dirección ineludible de análisis y revisión para instituciones como las universidades públicas”.